- En España se han presentado 40 denuncias por este delito al día entre enero y junio, un 5% más
- Los morosos profesionales en alquiler se dirigen generalmente a los propietarios particulares
Durante los seis primeros meses del año se han presentado en España más de 40 denuncias de okupación ilegal al día. Se trata de una cifra alarmante que pone en evidencia uno de los principales problemas a los que se enfrentan los propietarios de vivienda en nuestro país y que además se está viendo agudizado a raíz de la pandemia.
Según los últimos datos facilitados por el Ministerio del Interior, entre enero y junio se registraron 7.450 denuncias relacionadas con este delito en España, lo que supone un incremento del 5% respecto al mismo periodo del año anterior. Esta cifra es en realidad mayor, ya que únicamente refleja los casos que han llegado a judicializarse.
En un momento en el que la movilidad de las personas se ha visto reducida y muchas no han podido viajar o visitar durante varios meses sus segundas residencias por la crisis del Covid la preocupación por la okupación se ha disparado. En este contexto, han sido las empresas de seguridad las que han visto crecer su negocio hasta un 15%, ya que una de las claves para evitar la okupación de una vivienda pasa por la instalación de una alarma de seguridad.
«Si tienes instalado este sistema de seguridad en lugar de okupación se considera allanamiento. Son dos figuras totalmente distintas y la policía puede actuar de inmediato», explica Sergio Cardona, director de Estudios y Calidad de FIM (Fichero de Inquilinos Morosos).
Además, el simple hecho de tener un cartel de alarma disuade a los okupas, que «saben perfectamente el inmueble al que acuden y tienen todo muy estudiado», apuntan los expertos.
Desde el sector de la seguridad se está invirtiendo también en nuevas soluciones para evitar la okupación y los robos en las viviendas. Este es el caso Securitas Direct que ha lanzado ZeroVision, una tecnología que consiste en la emisión de un humo denso muy molesto que bloquea la visión de la persona que ha accedido ilegalmente a la casa.
Apuesta por el alquiler
David Caraballo, director Comercial de Alquiler Seguro, cree que la mejor manera de evitar la okupación de una vivienda es alquilándola. «Si ocupas con C no te okupan con K», apunta el directivo, que señala que la clave es alquilar la vivienda «con garantías». Caraballo asegura que la demanda de sus servicios por parte de los propietarios está creciendo a raíz de la crisis. «Están apostando muchísimo por medidas de protección y a raíz de eso tenemos el doble de entradas que antes del Covid» destaca el directivo.
Cardona coincide en que la mejor manera de evitar la okupación es no teniendo la vivienda vacía, pero es necesario que el «alquiler se haga con garantías y seguridad. Los propietarios deben saber que están alquilando a una persona solvente y con capacidad para pagarte todos los meses».
Cardona advierte además de que existe un perfil de moroso profesional, «que es el que puede pagar pero no quiere. Son personas que conocen los mecanismos de los que disponen para intentar alargar lo máximo posible su estancia en una vivienda sin pagar», explica.
¿Cómo actúa un moroso profesional?
Según el experto su modus operandi consiste en «demostrar que tiene una posición solvente». «Siempre se dirigen a un propietario particular e intentan que haga las menores comprobaciones posibles alegando que tiene mucha prisa por cerrar el contrato. Por lo general, también intentan demostrar que tienen una buena posición económica ofreciendo el pago por adelantado de varios meses», detalla Cardona, que asegura que una vez se da un caso de morosidad, el tiempo medio que tienen registrado en el fichero varía entre los seis y ocho meses.
En este sentido, el experto señala que «una de las consecuencias del Covid ha sido la paralización de los juzgados. Vamos a ver en los próximos meses como van respondiendo y si logran ponerse al día».
Por su parte, Caraballo, destaca la importancia de contar con un profesional que asesore a los propietarios, ya que «los okupas suelen huir de empresas como la nuestra» y lo cierto es que «un particular no tienen las herramientas para comprobar la veracidad de los documentos que aporta el inquilino, como el DNI o las nóminas».
«Nosotros, además, estamos inscritos al FIM y consultamos ficheros como Asnef o Experian, donde podemos ver si los futuros inquilinos tienen impagos de telefonía, facturas, micro créditos, impagos bancarios más elevados, etc».
¿El impago de una factura de teléfono te puede descartar de un proceso de selección de inquilinos?
Según apunta el experto, en este caso no sucedería nada. «Una factura de 50 euros sin pagar no hace que descartemos a una persona que cuenta con solvencia y con una economía equilibrada. Somos conscientes de que hay determinados servicios en los que cuesta mucho darse de baja», explica Caraballo. «Cuando se trata de una deuda más elevada y nos presentan documentación de que se está recurriendo demuestra que es una persona que se preocupa por su credibilidad crediticia», destaca el directivo, que apunta que ellos miran un comportamiento general del inquilino.
Una vez se ha comprobado toda la documentación, Caraballo señala algunos detalles clave que son necesarios para evitar posibles casos de ocupación. «Toda persona mayor de 18 años que viva en el piso tiene que aparecer en el contrato. Si son tres personas y solo aparecen dos, si estas se van y se queda el tercero es como si tuvieras un ocupa ya que no aparece en el contrato. Hay excepciones como el caso en el que tienen rango familiar de primer grado de consanguinidad», destaca el experto.
Caraballo: «Hacen falta asesores profesionales para el propietario, ya que un mal movimiento o una mala cláusula puede echar a perder toda la rentabilidad del contrato».
Por otro lado, también es muy importante que el contrato cumpla con la LAU. «Si haces un contrato muy leonino se vuelve en contra de los derechos del propietario. Marcar reglas excesivamente restrictivas como que el dueño puede acceder a la vivienda una vez a la semana o que el inquilino no puede fumar en la casa pueden jugar a favor de un inquilino que sea moroso y que conoce la Ley, ya que muchos morosos se la han estudiado para saltársela y saben que si firman un contrato que no va en línea con la LAU pueden quedarse mucho más tiempo en la vivienda sin pagar».
Caraballo recuerda que «no es lo mismo tener un inquilino moroso que tener un okupa, los procesos jurídicos se complican en el segundo caso, pero igualmente en el alquiler hay que contar con servicios de profesionales que asesoren bien al propietario, ya que un mal movimiento o una mala cláusula puede echar a perder toda la rentabilidad del contrato».
Posible solución
José Ramón Zurdo, director general de la Agencia Negociadora del Alquiler y abogado especializado en arrendamiento, pone el foco en como solucionar esta problemática que no deja de crecer.
El experto cree que la única manera posible de que sea efectiva una ley que ya tenemos para evitar la ocupación de viviendas es «exigir que se cumpla y que no caigan los jueces ni los árbitros en las trampas que les tienden los okupas para ganar tiempo, presentando contratos de arrendamientos falsos».
Según Zurdo, otra solución «probablemente más efectiva, pero en estos tiempos políticamente de difícil aplicación, sería la de modificar, por un lado el código penal cambiando la pena del delito de usurpación de vivienda de una simple multa, a una pena de prisión menor».
Por otro lado, el directivo propone modificar la ley de enjuiciamiento civil, «permitiendo que las desocupaciones de viviendas sean tramitadas por órganos administrativos como los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, y luego con los okupas ya fuera de las viviendas, se iniciaran los procedimientos judiciales, por si se hubiera vulnerado algún derecho de los ocupantes, o sea en otras palabras, cambiándose el orden de proceder actual».