Articulo cedido por:

Resumen:
El pasado 20 de enero del año en curso, se produjo en la ciudad de Richmond, estado de Virginia, una manifestación a favor de lo contemplado en la Segunda Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos. Esto es, el derecho a la tenencia y porte de armas. Como en los múltiples encuentros y protestas habituales de esta índole en el país, la de aquel día se caracterizó por una afluencia masiva de personas portando su armamento y diversa parafernalia pseudomilitar. Sin embargo, aquel día fue distinto.
En este documento analizaremos el porqué, así como el poder de lo digital, de lo viral,
de los memes.
Palabras clave:
EE. UU., armas, Constitución, memes, Boogaloo, Internet.
Introducción
El pasado 20 de enero del año en curso, se produjo en la ciudad de Richmond, estado de Virginia, una manifestación a favor de lo contemplado en la Segunda Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos. Esto es el derecho a la tenencia y porte de armas. Como en los múltiples encuentros y protestas habituales de esta índole en el país, la de aquel día se caracterizó por una afluencia masiva de personas portando su armamento y diversa parafernalia pseudomilitar. Sin embargo, en aquella jornada, muchos de los asistentes acudieron vistiendo camisas hawaianas e identificándose como los Boogaloo Bois. Tan singular indumentaria y lo particular de la forma de autocalificarse no hubiera quedado más que en una anécdota si no fuera porque, desde entonces, y al amparo de las crisis internas desatadas por la pandemia del
coronavirus y la muerte a manos de la policía del ciudadano de raza negra George Floyd, la presencia de individuos armados «uniformados» de manera similar ha aumentado considerablemente y ha caracterizado muchas de las protestas relacionadas con ambas circunstancias1.
Debido a ello, las fuerzas del orden norteamericanas han incrementado sus esfuerzos para identificar los orígenes de tan particular movimiento social, tratando de valorar si supone una amenaza potencial para la seguridad interna del país dada la extensión de su implantación. Como tantas otras cosas en nuestros días, el origen de ello se encuentra en Internet.
¿Qué es un meme?
Prácticamente todo usuario de Internet habrá recibido, en un momento dado, alguna imagen o texto de carácter humorístico. Generalmente asociados a temáticas de actualidad o políticas, millones de estos archivos se envían a diario por la red y se conocen comúnmente con el nombre de memes. Por ello, cualquier internauta o usuario de las redes sociales se ve influenciado por estos mensajes breves, lo que contribuirá a formar su percepción de la realidad. El término «meme» fue acuñado, en 1976, por el biólogo Richard Dawkins. En su libro El gen egoísta: las bases biológicas de nuestra conducta, este autor afirma que las ideas se trasfieren entre las personas de forma semejante a como lo hacen sus rasgos físicos. Aplicando un modelo darwiniano, los memes «serían las pequeñas muestras de información cultural que, en forma de
historias, cuentos, eslóganes, refranes, chistes o conceptos se trasladan de un ser humano a otro en el marco de las relaciones interpersonales»2.
De ahí se derivan dos importantes consecuencias. Por un lado, los memes contribuyen a configurar el pensamiento del individuo y este, en base a ello, determina sus creencias e ideología y, en última instancia, su comportamiento. Por otro, la trasmisión y persistencia en el
tiempo de las ideas presenta un marcado carácter evolutivo ya que presentan la capacidad de autorreplicarse y de variar para imbricarse en la cultura y el imaginario social. La transmisión de los memes entre los individuos se realiza, de acuerdo con ello, por imitación o por contagio3.
A pesar del enorme impacto que tuvo el trabajo de Dawkins en el ámbito de la psicología en las últimas décadas del pasado siglo, en lo que representa todo un ejemplo de su propia teoría, el término ha evolucionado con respecto a su significado original. Actualmente, un meme es un elemento básico de información cultural que se transmite a través de Internet de forma intencionada y orientada hacia algún propósito concreto. Generalmente, basados en imágenes, suelen presentar la información de forma simple y emocionalmente evocativa. Así, dada la forma en que se transmite la información en el ciberespacio, los memes son una forma de comunicación especialmente eficaz en dicho ámbito y, por ello, son tan habituales. Los que se
difunden con mayor frecuencia son aquellos que se confeccionan sobre la base de una imagen, a la que se añade un escueto texto que suele ser de carácter humorístico o sarcástico y que los hace fácilmente comprensibles por múltiples audiencias. Hasta hace escasos años, la guerra en el ciberespacio se asumía como un conflicto sobre la infraestructura, sobre las redes y los sistemas de información. Pero, según crecieron las plataformas sociales, desarrollándose audiencias de cientos de millones de personas y se desarrollaron herramientas y algoritmos que amplifican ciertos mensajes, un amplio abanico de actores se ha apercibido de que otra forma de agresión es posible gracias a estas formas básicas de información4.