Webs de venta de entradas, aplicaciones y servicios de reproducción vía streaming, medios especializados… son cada vez más los profesionales del sector que afirman haber sido víctimas de distintos tipos de ciberataques en las últimas semanas.
Desde la entrada en vigor del nuevo decreto ley, que entre otras medidas ha prohibido la difusión y la distribución musical en España hasta nuevo aviso, empresas y profesionales de la industria aseguran estar viviendo una situación inaudita. Concretamente, aquellos que trabajan en el entorno online afirman haberse convertido en el objetivo de distintos hackeos que persiguen, precisamente, acabar con su modelo de negocio.
El caso de la plataforma social FEVER es un claro ejemplo. “Desde el 1 de septiembre no hemos parado de tener problemas”, afirma Santiago Santamaría, Global Communications & PR Lead de FEVER. De hecho, asegura que los últimos días han sido especialmente difíciles tanto para su compañía como para otras similares en el sector.
“Es muy raro que todo esto sea una coincidencia”, Santiago Santamaría, Global Communications & PR Lead de FEVER
“Primero nos llegó una carta oficial invitándonos a dejar de vender entradas de eventos musicales como este. Al ignorarla y continuar vendiendo, empezamos a recibir cartas anónimas presionando con la misma intención. Entonces, como continuamos haciendo caso omiso, empezaron los hackeos, a caerse constantemente la web, a desaparecernos eventos… es muy raro que todo esto sea una coincidencia”, detalla Santamaría. Una afirmación que comparten también otros protagonistas del sector (medios especializados, webs de venta de entrada, servicios de streaming…), que prefieren de momento permanecer en el anonimato, y que aseguran haber vivido una situación muy similar o incluso idéntica a la experimentada por esta compañía.
UNIDOS BAJO LA RED WAH
Tras varias semanas de reuniones en la clandestinidad, miles de afectados de la industria musical decidieron dar la cara y conformar oficialmente el principal grupo de oposición sobre esta inesperada y restrictiva normativa: la red WAH. El grupo se encargará, además, de denunciar públicamente cualquier situación que atente contra los derechos y libertades fundamentales en este sentido, tanto de la industria como del conjunto de la sociedad.
Santamaría no dudó en formar parte de esta red desde el primer momento. “No podemos olvidar que venimos de un año y medio complicadísimo para la industria, probablemente uno de los peores momentos de su historia, por lo que permitir que este decreto siga adelante sería nuestra propia sentencia de muerte”, asegura. Por ello, anima a todos los amantes de la música, sean profesionales o no, a acudir a la sede actual de la red WAH para unirse al movimiento y formar parte de las nuevas acciones reivindicativas que llevarán a cabo durante los próximos meses en la capital.