El sistema Prometeo, recién galardonado con el oro en los premios Edison (los Óscar de la tecnología), ha sido creado para prevenir la mayor causa de mortalidad entre los bomberos forestales: la inhalación de gases. Cuenta con un dispositivo personal que, dotado de un sensor, informa en tiempo real de las constantes vitales del operativo y utilizando el análisis de datos, la inteligencia artificial, la computación en la nube y las redes 5G ayuda a mantener al bombero en un entorno seguro. Es un claro ejemplo de cómo la tecnología puede ayudarnos en nuestro día a día, protegiendo la salud de unos profesionales que salvan vidas y cuidan de nuestro entorno.
Horta de Sant Joan, 2009. Un incendio forestal que parecía controlado en su primer día, apenas había calcinado 60 hectáreas, sufre un cambio de viento que lo reaviva hasta tal punto que se tarda casi dos semanas en darlo por extinguido. 1.140 hectáreas acaban siendo arrasadas por el fuego pero, lo más dramático, es que un retén de seis bomberos resultó atrapado por las llamas.
Cinco murieron, Ramón Espinet, Jaume Arpa, Pau Costa, Jordi Moré y David Duaigües, y uno, Josep Pallás, consiguió sobrevivir, pero con quemaduras graves en más de un 70% de su cuerpo. Joan Herrera, miembro del Grupo de Actuaciones Forestales (GRAF), grupo al que pertenecían los bomberos fallecidos, fue uno de los primeros en llegar al lugar del siniestro. Y, desde aquel día, con su formación de enfermero, busca sistemas que mejoren su seguridad y la de sus compañeros.
Al principio, se le ocurrió monitorizar in situ las constantes vitales de los trabajadores e iba anotando los datos en un Excel para aprender acerca de la afección de la inhalación de gases durante el trabajo de extinción. “Todas las muertes derivadas de un incendio son por inhalación no por quemaduras”, explica Herrera. No obstante, y por paradójico que parezca, un fuego dentro de las instalaciones del GRAF calcinó la mayoría de su trabajo, que tenía almacenado en su ordenador.
Entonces, su camino y el de Salomé Valero, responsable del área de Aplicaciones, Datos e Inteligencia Artificial de Kyndryl, se cruzaron. “Queríamos hacer una labor social y pensamos, ¿cuál es el desastre natural más común? Los incendios, y nos dispusimos a consultar a los bomberos”, revela Valero. Así, ella y su equipo se presentaron en 2018 al reto Call for Code, un certamen que promueve la creación de soluciones tecnológicas basadas en código abierto en beneficio de la humanidad, con una app para proteger a zonas urbanizadas contra incendios.
No ganaron entonces, pero el año siguiente pusieron a Joan “en el centro del equipo” porque, como les dijo en su primera reunión, “de tecnología sabían mucho pero de incendios no tenían ni idea”. Juntos viraron el enfoque hacia la protección personal de los profesionales. Había nacido Prometeo.
Prometeo está formado por un dispositivo que monitoriza las constantes vitales de los bomberos forestales así como otros parámetros claves en su seguridad. Los cuatro valores principales que analiza en tiempo real son: CO, NO2 temperatura y humedad. Según los datos que arroje, el sistema coloca al efectivo en un grado determinado de peligro: verde (el más leve), amarillo y rojo (el más alarmante). “Esto nos permite elaborar mejores estrategias a la hora de atacar un fuego, sin poner en peligro la integridad física de los bomberos”, cuenta Herrera.
Premios
La versión 1 de Prometeo resultó ganadora en el Call for Code de 2019 que, precisamente, versaba sobre soluciones de emergencias en desastres naturales relacionadas con la salud. Ahora ya está en desarrollo la versión 4, que saldrá este verano. El sistema acaba de ser premiado con el Edison de Oro, los Oscar de la tecnología, en la categoría de soluciones de autoprotección y de salud.
El hardware de Prometeo consta de una pequeña petaca del tamaño de un paquete de tabaco con los pertinentes sensores de detección y emisión y, recientemente, se ha incorporado un reloj inteligente y un móvil rugerizado que permiten al propio bombero visualizar su estado en tiempo real y recibir alertas. El centro de mando dispone de una pantalla que ofrece información no sólo del estado de cada bombero sino también de su localización exacta.
Funcionamiento
La predicción del estado del bombero se hace a través de la tecnología IoT y un algoritmo desarrollado ad hoc (Inteligencia Artificial) respecto a los valores que arrojan los sensores. En la versión 4 se unen las variables de gases y temperatura con las fisiológicas del bombero lo que conformará un algoritmo más personalizado. “No son solo gases sino también el estado físico lo que hay que tener en cuenta”, explica Salomé Valero. La inhalación no es la misma si se está quieto o si se está sofocado cavando una zanja con las llamas a unas decenas de metros.
Aunque Prometeo nació con una vocación de protección de los bomberos forestales, también se podrá exportar “a los 20 millones de bomberos que hay en todo el mundo, pero también a la industria”, revela la responsable de Aplicaciones, Datos e Inteligencia Artificial de Kyndryl. Y ponía la exposición a sustancias químicas como otro de los posibles usos para este software.
La evolución del cambio climático hace que los incendios, especialmente los grandes, sean cada vez más virulentos e impredecibles. Sistemas como Prometeo no van a evitar que las llamas provoquen desgracias como la de Horta de Sant Joan o Guadalajara, pero no cabe duda de que ayudarán, como si de un ángel de la guarda se tratase, a conocer mejor los riesgos a los que se enfrentan los bomberos forestales y avisarles cuándo deben retirarse de la primera línea.