Un buen libro, entretenido al menos. El autor hila muy fino y nos consigue crear un soberbio tapiz alrededor de la figura principal de Sancho Dávila, un avulense decidido a hacerse notar en los ejércitos de su majestad católica. Destinado a ser un seminarista para lo cual es enviado a Roma decide que el hábito no es adecuado para sus gustos y apetencias, decide entonces tomar armas y partir hacia Milán el epicentro militar del poder español en la bota itálica. A partir de ahí su vida cambiará drásticamente, dedicado a la vida militar conocerá en profundidad a los protagonistas militares de una poderosa España en expansión. Destinado al turbulento Flandes y al Brabante acabará como castellano o gobernador militar de la poderosa ciudadela de Amberes, sede del poder español en la zona y punto clave de la defensa contra las Provincias Unidas de Guillermo de Orange, estatúder electo de Nedeerlandia.
A través de la tragedia y la dura vida de un soldado y comandante de los viejos tercios de Flandes, Martínez Ruiz nos mostrará el mundo moderno a través de unos ojos realistas, creándose un crisol de historias, reales o ficticias, que entretejidas conforman esta bella y entretenida novela. De una duración al menos considerable la novela atrapa prácticamente desde el inicio y mantiene una trama más o menos interesante y llamativa durante toda su duración. Los personajes están bien tratados, incluso podemos notar el progresivo envejecimiento y resignamiento de soldado viejo en Sancho Dávila y el cambio del tiempo y de la partida de ajedrez en Europa que paulatinamente habría de decantarse a favor de los enemigos de la patria.