Introducción
El fraude eléctrico consiste en la alteración ilícita de una instalación eléctrica con el fin de reducir,
parcial o totalmente, el importe a pagar por la energía consumida.
Si bien no es un fenómeno nuevo, en los últimos años se ha producido un incremento y profesionalización de esta actividad en España.
Aunque se suele considerar que el fraude de fluido eléctrico sólo perjudica a las empresas eléctricas, sus efectos negativos afectan a toda la sociedad: incendios en viviendas provocados por manipulaciones ilícitas de la instalación eléctrica, vecinos sin luz por los enganches ilegales en cultivos de marihuana “indoor”, empresas abocadas al cierre por no poder competir económicamente contra las empresas que no pagan su factura de la luz… Todos ellos derivados del delito de defraudación de fluido eléctrico, cuyo coste económico es repercutido principalmente a los consumidores. Su impacto alcanza incluso a la Administración Pública, que ve reducidos los ingresos tributarios que debería percibir por la energía consumida.
Además, el fraude eléctrico también afecta a las pérdidas de la red de distribución. Según datos
de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), de 2014 a 2018 se produjo
un incremento del 16% en las pérdidas de la energía de la red de distribución. Estas pérdidas
pueden ser tanto pérdidas técnicas de la red, aquellas inherentes a la distribución, como perdidas no técnicas, aquellas derivadas principalmente del fraude. En los últimos años ha descendido la demanda y se ha reforzado la red de distribución eléctrica, por lo que el nivel de pérdidas no se debe a las pérdidas técnicas de la red, sino a aquellas derivadas de actuaciones fraudulentas.14
La misión de la Fundación ESYS es “generar un ámbito interdisciplinario sobre temas relacionados con seguridad y empresa, mediante estudios de investigación (…) y creación de una base documental amplia”. Dado que el fraude de fluido eléctrico supone un problema de seguridad que afecta a personas, empresas y al Sector Público, en diciembre de 2017 la Comisión Técnica de la Fundación encargó la realización de un estudio sobre la materia.
El presente estudio tiene varios objetivos:
[ 1 ]
describir el fenómeno del fraude eléctrico y sus elementos.
conocer quién defrauda, cómo se defrauda, la evolución reciente
y su regulación en españa.
[ 2 ]
analizar el impacto que tiene el fraude eléctrico
en todos los sectores de la sociedad.
[ 3 ]
conocer los mecanismos existentes en la lucha
contra el fraude eléctrico y estudiar su efectividad,
con el fin de identificar posibles puntos de mejora.
Concepto de Fraude de Fluido Eléctrico
Así como ocurre con otras formas delictivas como la evasión fiscal, el fraude eléctrico es una práctica relativamente extendida en España que goza de cierta “comprensión” social.
El fraude eléctrico se puede definir como “la manipulación o alteración de la instalación eléctrica o del dispositivo de medida, ajena a la empresa distribuidora1, realizada por o con conocimiento del consumidor, que permite consumir energía eléctrica sin su correspondiente medida, facturación y pago”2. Es, en definitiva, un “recurso ilegal que utilizan algunos consumidores para abaratar su factura eléctrica a costa del resto”3, con todo lo que ello implica.