El empresario presenta un plan para llegar a una producción de 3TWH, abaratar el coste de estas piezas y así poder ofrecer modelos ‘low cost’: promete un Tesla de 25.000$ en tres años
Si hay algo central y nada mollar en todo esto de lograr un futuro lleno de coches eléctricos son las baterías. Piénselo. La industria lleva años enredada con todo lo que tiene que ver con ellas. Una de las preocupaciones que asalta con más recurrencia a los profanos del asunto cuando se plantean dar el salto a un vehículo así es la autonomía. También su carga. Si no lo cree, pregúntele a su cuñado. Le dirá que prefiere repostar en cinco minutos camino a Burgos que no tirarse un buen rato en un punto de recarga, que con algo de suerte será rápido.
Es tan sustancial el asunto que un fabricante del tamaño de Tesla ha sido capaz de dedicar su mayor evento del año casi en exclusiva a las baterías. En la cita se ha presentado una hoja de ruta con un objetivo claro: conseguir poner Teslas más baratos en el mercado. «No tenemos un automóvil asequible. Eso es algo que tendremos en el futuro. Pero tenemos que reducir el coste de las baterías«, sostuvo Musk.
El evento de este martes ha sido de los pocos desde que estalló la pandemia que se ha permitido el lujo de hacerlo con público. No olviden cómo Apple se las ha tenido que ingeniar con ‘keynotes’ pregrabadas para presentar cosas como iOS14, sus nuevos relojes o tabletas. En este caso, Musk ha montado un escenario al aire libre. En un parking. Cientos de accionistas han acudido hasta allí en sus Model 3 al más puro estilo ‘autocine’, haciendo sonar el claxon cada dos por tres en señal de aprobación.
Multiplicar por 100 la producción de baterías
Según los cálculos de Musk, hace falta que la capacidad global de producir baterías se multiplique por 100 para empujar ese salto a la movilidad eléctrica. Un objetivo para el que harían falta 135 instalaciones más como la Gigafactoría que Tesla tiene en el estado de Nevada.
La problemática actual, explicó durante el ‘Battery Day’, es que hay un embudo en la industria que afecta a todos: empresas y usuarios. La demanda de los coches eléctricos sube a un ritmo mayor que la capacidad de la industria para crear y abastecer de baterías. Esto hace que el precio de esta pieza tan fundamental se mantenga en un rango elevado y el coste del KHW/H esté estancado. El resultado es una factura final más alta, haciendo que todo el mundo no pueda plantearse una compra así. Por tanto si se quiere aumentar el público objetivo, no queda otra que hacer coches más baratos. Y eso pasa por hacer baterías más económicas.
Uno podría pensar que Musk, en un alarde de grandeza, apostase por llenar el mapa del mundo de sus plantas. Pero nada de eso. Sería costoso e ineficiente. «El fabricante de vehículos eléctricos que triunfará es aquel que haga con una fábrica lo que se hace con cuatro o cinco en estos momentos«.
Ahorra un 56% en el precio del KWH
Tesla ha presentado una estrategia en este sentido. Pretende escalar su producción y multiplicarla hasta llegar a 100GWH en 2020 y de 3TWH en 2030. Y mientras tanto conseguir reducir el precio de venta. ¿Cómo? Optimizando el proceso de fabricación, su colocación en el vehículo así como cuidando los materiales de fabricación.
Algo que conllevaría una reducción del 56% en el coste del KWH. Tanta confianza tiene en su plan que ha prometido que en tres años lanzará al mercado uno de sus vehículos autónomos con un precio de tan solo 25.000 dólares. Un precio sensiblemente menor a la actual generación. En España, por ejemplo, el Model 3 está disponible a partir de 49.980€.
Para ello propone un nuevo sistema para integrar las baterías en sus coches. Estas piezas ya no tendrían un compartimento dedicado, sino que estarían incrustadas y formarían parte del chasis del vehículo. Esto permitiría ahorrar casi 400 piezas del ‘fuselaje’ del coche. Los kilos se reducirían por partida doble. Por un lado, el de las piezas que se quitan. Y por otro, al convertir la batería en una parte de la estructura que soporte carga en vez de ser un peso muerto. Algo similar a lo que ocurre con las alas de los aviones, como se explicó en el evento, donde los depósitos de combustible están integrados y juegan un papel clave en la estabilidad de la nave.
La primera de esta nueva generación de baterías que verá la luz será la 4860, seis veces más potente que la actual generación. No se sabe bien qué coche la montará en primer lugar. Si funcionan como promete, se conseguiría aumentar la autonomía en aproximadamente un 16% gracias a multiplicar por cinco la densidad de celdas con el nuevo diseño ‘tabless’ que ven en la imagen.
Serán producidas inicialmente en Freemont, aunque como el propio Musk ha confirmado también se fabricarán en la planta que va a abrir cerca de Berlín. Además, ha anunciado la apertura de una nueva fábrica en suelo estadounidense dedicada a los cátodos. También planea una nueva manera de dar forma a sus baterías, con un proceso de ensamblado continuo que estará altamente automatizado. Implementará una técnica bautizada como ‘dry filter’, aún en fase experimental, que permite ahorrar tiempo y trabajar con un espacio mucho menor.
La vía del reciclaje
Las materias primas también jugarán un papel clave en esta reducción del coste. Así han presentado un proceso para tratar el silicio a un precio menor y que también prescinde del cobalto. Este último es un material muy controvertido, por todo lo que rodea a su extracción en lo político y humanitario. Pero sobre todo es algo muy caro. Tesla ya había conseguido reducir hasta el 3% (algunos de sus rivales manejan cifras casi 7 veces mayor) y ahora bajará aún más ese umbral hasta eliminarlo. Todo ello, siempre según la versión de la compañía, conllevaría un proceso mucho más barato consiguiendo hasta un 76%.
Tesla asegura ser capaz de sacar mucho más niquel, cobalto y litio del reciclado que de la mineria
Un ahorro en parte producido por conseguir no desperdiciar absolutamente nada de agua. Además apostarán por el reciclaje. Estiman que se puede conseguir casi un 19% más de niquel, un 2% de litio y un 1,8% de cobalto de baterías que han finalizado sus años de servicio invirtiendo lo mismo que invirtiendo en técnicas de mineria tradicional.
Model S Plaid: más cera en la vela
Elon Musk, un tipo al que parece que se la da bien eso de manejar el ‘hype’, no quiso que todo el evento fuese un compendio de promesas de futuro. Así que se guardó una sorpresa final. Un nuevo automóvil, el Model S Plaid, que llegará al mercado a partir de 2021, pero que se puede reservar desde ya. El nombre es un homenaje a la película ‘Spaceballs’. Se trata de un coche que gozará de una autonomía de 830 kilómetros y capaz de pasar de 0 a 100 en aproximadamente 2 segundos.
The only thing more insane than Ludicrous is Plaid.
Arrives late 2021— Tesla (@Tesla) September 22, 2020
Todo ello gracias a tres motores eléctricos con 1.100 caballos capaces de llevar el automóvil a una velocidad máxima de 320 kilómetros por hora. Estas especificaciones le convierten en el vehículo más potente que a día de hoy tiene el fabricante en cartera. Eso sí, este Model S Plaid no apunta en la dirección de los Teslas baratos que prometió Musk para dentro de cinco años. Para eso habrá que esperar. Su precio de salida será de 135.000 dólares.