Quizás el título de este artículo es demasiado pretencioso, ya que la tecnología avanza a un ritmo trepidante y resulta prácticamente imposible predecir con seguridad cuáles serán los sistemas que equiparán al combatiente del futuro. A esto hay que sumar que la investigación en temas militares es, lógicamente, materia clasificada. A pesar de lo anterior, es cierto que podemos dar unas pinceladas de los diversos programas en los que en la actualidad participan diversos ejércitos y que pueden servir para anticiparlo que encontraremos en los años venideros.
El objetivo fundamental de cualquier proceso de modernización dentro de las Fuerzas Armadas es conseguir una mayor eficiencia y mejor preparación para afrontar unos escenarios que están en continua transformación. En este sentido, el entorno operacional es cada vez más complejo, dinámico y caracterizado por la convergencia de un gran número de factores. Es por ello por lo que es necesario que el combatiente esté equipado de forma que pueda hacer frente a una amenaza de características muy variables. La tecnología, por tanto, juega un papel fundamental.