El enjambre sísmico que sufren la capital y su área metropolitana supone un riesgo real para el monumento nazarí, que carece de un plan de prevención
El tiempo es el peor enemigo de los edificios. Cuando se trata de una joya arquitectónica con la antigüedad que tiene la Alhambra, y ante un enjambre sísmico como el que está registrando en Granada en los últimos días, el grado de indefensión de este tipo de construcciones es importante. Y en el supuesto de que hubiera un terremoto de considerable magnitud, los expertos consultados coinciden en que este ocasionaría “daños” en la fortaleza nazarí, y los destrozos podría llegar a ser mucho peores que los que la sucesión de temblores ha ocasionado esta semana en unas almenas que han tenido que ser apuntaladas.
Para Leandro Morillas, doctor y profesor de Mecánica de Estructuras de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Granada, hay poco margen para la duda. La sismología, explica Morillas a Vozpópuli, es una ciencia relativamente reciente, del siglo XX, y construcciones como la Alhambra fueron levantadas sin el conocimiento y la tecnología que permiten prevenir las posibles consecuencias de un terremoto: “No existen procedimientos antiguos contra los terremotos… Antes se sabía poco”. Ahora, pese a todo el conocimiento adquirido, este se aplica solo parcialmente, en el mejor de los casos.
Aunque se encuentra en una zona de alta actividad sísmica, la Alhambra de Granada carece de un plan de prevención para este tipo de fenómenos geológicos. Su fortaleza -literal- reside en su propia construcción, “una construcción robusta, aunque sea con materiales pobres, pero con muros que tienen hasta metro y medio de profundidad”. Como las pirámides y tantas construcciones de la antigüedad, la Alhambra se hizo para perdurar en el tiempo, pero no para evitar los daños de un terremoto: “La tecnología con la que se hizo la Alhambra es igual a la que se usó en otros sitios sin movimientos sísmicos”.
El secreto de la Alhambra para seguir en pie pese a los terremotos
Así las cosas, ¿cómo se explica que la Alhambra haya podido mantenerse en pie a lo largo de los siglos? El Patronato de la Alhambra y el Generalife -el órgano gestor del monumento controlado por la Junta de Andalucía y participado por el resto de administraciones- ha declinado contestar en este momento a la pregunta formulada por este diario. Ahora, dicen fuentes del Patronato, sus técnicos están trabajando en evaluar con precisión los daños del conjunto monumental.

La respuesta es uno de los secretos mejor guardados de este recinto monumental: la importante labor de restauración de esta joya que la reina Isabel la Católica mandó preservar tras la Conquista de Granada. Ese trato diferenciado -ejecutado cientos de años más tarde por arquitectos como Leopoldo Torres Balbás- ha permitido su conservación y reconstrucción, a pesar de los destrozos sufridos, llegando hasta nuestros días de forma más o menos fiel con respecto a la edificación original.
El experto Leandro Morillas reconoce que “la Alhambra ha sobrevivido a muchos terremotos, es cierto, pero también es verdad que muchos elementos se han sustituido con el paso del tiempo y no se conserva igual que hace 500 años”
“La Alhambra ha sobrevivido a muchos terremotos, es cierto, pero también es verdad que muchos elementos se han sustituido con el paso del tiempo y no se conserva igual que hace 500 años”, explica Morillas, haciendo referencia a los episodios de espolio o bélicos que ha sufrido una fortaleza que habitaron reyes, fue capital de España y llegó a ser prácticamente abandonada hasta convertirse en morada de mendigos y leyendas rescatadas por Washington Irving.
“El éxito de la Alhambra es el espesor de su construcción”, recalca Morillas, que también advierte de los riesgos que se ciernen sobre esta joya de la arquitectura nazarí. Por un lado, recuerda que “las yeserías y los alicatados son frágiles”, y “pueden tener un problema” si se produce un terremoto de importante magnitud. Por otro, el conjunto monumental de la Alhambra cuenta con “el problema inherente” de que está construido sobre una ladera, en el llamado monte de la Sabika: “Los muros de contención algún día cederán”.

Sin “un estudio serio de vulnerabilidad” frente a los seísmos
Ante esta realidad, omitida en la versión oficial, que en los últimos días prácticamente se ha limitado a llamar a la calma, el experto de la Universidad de Granada considera necesario elaborar “un estudio serio de vulnerabilidad” que evalúe los riesgos existentes. No solo aquellos a los que se enfrenta la Alhambra, sino también otros inmuebles históricos de la ciudad, como las casas moriscas del Albaicín, el barrio junto al que la fortaleza nazarí está considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1984, o la Catedral, que estos días ha sufrido algunos desprendimientos.
“En Andalucía en general y en Granada en particular”, porque “no tenemos esa cultura de terremotos” que sí existe en otros países, como Italia
Este tipo de estudios, dice Morillas, permitiría prevenir un desastre irreparable, pero son anecdóticos en España: “En Andalucía en general y en Granada en particular”, porque “no tenemos esa cultura de terremotos” que sí existe en otros países, como Italia, donde velan, no solo por la estabilidad de las infraestructuras, sino también por las obras de arte: “El David de Miguel Ángel está sobre unas gomas para que no se vuelque con un terremoto”.
“En Italia e incluso en Portugal nos llevan ventaja en protección de patrimonio”, asevera Leandro Morillas cree posible reforzar la Alhambra mediante, por ejemplo, “uniones metálicas” que “pueden ser discretas” y ayudarían a mejorar la respuesta del monumento en el caso de ser sacudido por un importante terremoto, incluso sería posible establecer una red de monitorización para ver el daño de los seísmos en tiempo real: “En España no conozco iniciativas ambiciosas”.