María Sol Rodríguez ha superado el curso del Grupo de Acción Rápida (GAR) más difícil del cuerpo para convertirse en la primera mujer que forma parte de estos agentes de élite.
La teniente de la Guardia Civil María Sol Rodríguez tiene sólo 25 años y acaba de hacer historia, con mayúsculas, en el cuerpo que pertenece: es la primera mujer en entrar en la unidad de élite de la Guardia Civil, el Grupo de Acción Rápida (GAR).
Este jueves, junto con 42 compañeros más, entre agentes y militares, ha recogido su licencia de las manos de la primera mujer que dirige el cuerpo, María Gámez, en un curso al que se presentaron 84 aspirantes.
«Eres la primera, eres la única en este momento, pero no estás sola, estás acompañada de todos tus compañeros que comparten con la Guardia Civil la idea de que las mujeres pueden estar donde quieran estar, donde consigan llegar con su esfuerzo y dedicación», ha subrayado Gámez en referencia a María Sol Rodríguez.
La teniente, nacida en Valladolid, estaba destinada en Manacor (Islas Baleares) cuando tuvo claro que lo que quería era ser un GAR, la primera GAR de hecho. Era su sueño, su objetivo y se ha mostrado muy feliz de haberlo superado.
La propia María Gámez ha destacado que se necesita una fuerte preparación física pero también mental para poder sacar con éxito el curso más difícil de la Guardia Civil: «Lo exigente de este curso es no sólo por el esfuerzo físico sino también por la gran capacidad de adaptación psicológica que requiere».
La teniente María Sol Rodríguez, en una imagen de RTVE.
En declaraciones a RTVE, María Sol Rodríguez ha reconocido que lo más duro para ellas «han sido las marchas de montañas en las que podíamos estar entre 10 y 12 horas con 25 kilos». Pero también se la ha visto descender de un helicóptero y hasta hacer rápel. Tienen que ser capaces de moverse en cualquier medio para actuar de la manera más rápida y en las situaciones más complicadas.
Para su reto personal no se ha interpuesto ni su talla ni su peso ni mucho menos su género. Por eso, la teniente espera estar pronto acompañada de más compañeras: «Espero no estar sola mucho tiempo y que la persona que quiera de verdad luchar por ello y quiera a la Guardia Civil, lo consiga».
«Llegar aquí no es un camino fácil y hay mucha gente que se queda en el camino. Pero ya habéis alcanzado el final superando uno de los cursos más exigentes y duros de la enseñanza de perfeccionamiento de la Guardia Civil», ha afirmado María Gámez.
La directora de la Guardia Civil ha participado en la clausura del curso en Logroño donde ha alabado que «los valores son los que sostienen a la Guardia Civil y al GAR: el esfuerzo y el trabajo son las divisas que definen a este grupo de élite», que tiene como máximas «el amor al servicio, pero también la especialización, la resistencia, la profesionalidad, el compañerismo y la implicación».