martes, 22 abril 2025
Visitas totales a la web: 85861985

El portal de los profesionales de seguridad y emergencias

Nº 1 del mundo en español en seguridad global

Soluciones de seguridad global

La investigación de los accidentes laborales ¿cuándo? y ¿quién?

Ingeniero Industrial Superior. Por oposición, de la Escala Técnica de la Dirección General de Tráfico. Por oposición, del Cuerpo de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. Profesor colaborador de investigación y reconstrucción de accidentes de tráfico de la UPC (Universidad Politécnica de Cataluña) Coordinador del Area de de tráfico y seguridad vial del CERPIE de la UPC. Miembro de la Comissió d’Enginyers a les Administracions Públiques del Colegi d’Enginyers Industrials de Catalunya. Miembro del Grupo GT-68 del Consejo Superior de trafico de la DGT en seguridad laboral vial.

La investigación de los accidentes laborales ¿cuándo? y ¿quién? | Hacia una nueva normativa de Prevención de Riesgos Laborales La fórmula más adecuada y ética para estudiar los déficits de la prevención de riesgos laborales es el análisis de los incidentes sin lesionados que se produzcan en un contexto empresarial. El accidente (trabajador lesionado) si llega a producirse, no obstante, es un referencia de enorme valor para la mejora constante de la seguridad y salud de los trabajadores. Y su investigación requiere ser planificada con precisión y minuciosidad.

Un accidente de trabajo se produce siempre en un contexto de imprevisibilidad. Los riesgos son situaciones posibles latentes que requieren medidas para que no consoliden en un hecho lesivo para algún trabajador. Pero se producen accidentes con lesiones y de inmediato aparecen los fantasmas de las responsabilidades que pueden y deben de ser evaluadas por entidades públicas y también privadas que tratarán de conocer las causas.

En la investigación de un accidente hay un elemento esencial que es LA ACTUACIÓN INMEDIATA la cual tiene dos vertientes simultáneas:

 – La atención al trabajador lesionado que en función de la gravedad aparente debe ser atendida por medios propios de la empresa o recurrir a los profesionales sanitarios. Esta decisión no se puede improvisar sino que debe estar muy claro quién la debe tomar y a dónde se debe llamar.

 – La definición y delimitación del área de conflicto del accidente y el precinto de la misma para conservar exactamente la situación de lugar y equipo de trabajo así como la conservación de los elementos de protección personal que utilizaba el accidentado, y mantener las huellas, marcas, vestigios y pìstas que permitan situar el contexto de la operación productiva que se estaba realizando así como reconocer el fallo producido en su caso en la máquina o el error cometido por el trabajador y su nivel de desatención o temeridad.

Ambas ACTUACIONES INMEDIATAS deben estar planificadas para ser realizadas al mismo tiempo de manera que un mando intermedio responsable de seguridad (recurso preventivo prioritario en este tipo de situaciones) dirija ordenadamente la situación comprobando que tanto la acción a) como la b) se llevan a efecto por personas distintas y de forma adecuada. Es recomendable que el mando intermedio tenga jerarquía suficiente para dirigir ambas actuaciones inmediatas (jefe de turno, jefe de sección, jefe de operación).

Pero la investigación no ha hecho más que empezar y aunque el mando intermedio puede avanzar una primera impresión de lo sucedido, la investigación del accidente debe de correr a cargo de personal especializado que conozca las técnicas investigadoras y esté preparado para proceder al análisis y a llegar a fondo en el conocimiento de las causas. Y ello no debe tampoco demorarse. La prontitud es sinónimo de calidad, pero también lo es la independencia.

En líneas generales la acción inspectora debería realizarse por un técnico de prevención con la máxima prontitud posible (no más lejos de las 24 horas siguientes al suceso), bien sea del Servicio de Prevención o bien en su defecto, de la Mutua de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales, y efectuar la investigación empezando por conocer la versión del trabajador lesionado (si está en condiciones físicas y psíquicas de responder) a las que debería sumar las declaraciones de los testimonios así como trabajadores de la misma unidad o línea de fabricación. La calidad de esa información puede ser dudosa por esconder temor a las responsabilidades, desatenciones o errores de unos u otros. Por ello hay que buscar testigos u opiniones en el marco del centro de trabajo para ver las coincidencias o discrepancias. Un solo testimonio no es ni jurídicamente válido o reconocido (“testis unus, testis nullus”). Con todas las versiones, el investigador debe ir al área de conflicto que debe de estar aun confinada y buscar puntos y razones de encuentro entre vestigios y explicaciones obtenidas.

Las anteriores estrategias investigadoras no suelen cumplirse y en muchísimas ocasiones, los Inspectores de Trabajo reciben la información mucho tiempo después y encuentran como investigación un parte de accidente de fechas muy posteriores al suceso con datos identificativos del trabajador y los equipos y con un recuadro final más enunciativo que demostrativo. Con suerte se encuentran un parte modelo “Delta” que en general se pierde en datos obtenidos de segunda mano que no permiten profundizar en la investigación y que casi siempre esconden la “causa de las causas como causa del mal causado”.

Se echa de menos un equipo de investigadores profesionales que bien sean funcionarios o bien técnicos de prevención superiores o intermedios, o incluso delegados de prevención con formación básica, tuvieran la formación adecuada en investigación de accidentes y que pudieran intervenir de manera eficiente e independiente.

La Inspección de Trabajo y Seguridad Social reúne todas las condiciones para actuar como investigadores de los accidentes graves y de hecho existen servicios de guardia permanentes en seguridad y salud para atender a denuncias sobre riesgos graves e inminentes o para asistir a los accidentes de mayores consecuencias para personas o cosas. Pero a este servicio no vienen llegando todos los casos que debieran, bien por temor de unos y otros a la sanción y/o recargo de prestaciones, o bien por pretender resolverlo sin la independencia de un  funcionario especializado (bien sea Inspector, Subinspector o Técnico colaborador).

Hay una solución que requiere la coordinación interadministrativa y es que ante la llamada inicial de auxilio sanitario cuando las lesiones son importantes y se llama al 112 (emergencias), en los casos de accidente laboral, el propio 112 dé cuenta a la Inspección de Trabajo de Guardia de seguridad y salud para conseguir su inmediata presencia e investigación. Lo habitual del 112 es movilizar a los servicios sanitarios y a la Policía judicial competente de la zona, obviando en primera instancia a la Inspección de Trabajo, con lo cual se pierde la oportunidad de profundizar en las causas específicas de deficiencias preventivas en el lugar y momento del accidente.

Un pacto de colaboración entre Policía e Inspección de Trabajo ayudaría sobremanera a conseguir la presencia inmediata del especialista laboral, independiente y competente. Esta propuesta razonable tiene el inconveniente de que las Guardias de la Inspección de trabajo en esta materia deberían reforzarse en cantidad y calidad de los inspectores y colaboradores. Sería un gran avance conseguir activar este modelo.

Fecha de publicaciónjunio 10, 2020

BELT.ES no se hace responsable de las opiniones de los artículos reproducidos en nuestra Revista de Prensa, ni hace necesariamente suyas las opiniones y criterios expresados. La difusión de la información reproducida se realiza sin fines comerciales. 

Listado de Expertos

Recomendado

Profesión militar: Obediencia debida frente a la obligación de disentir

Con ocasión de la realización de estudios en el Instituto Universitario Gutiérrez Mellado tuve la ocasión de leer y analizar una serie de documentos de opinión que trataban en profundidad las diferentes facetas presentes en el campo de las relaciones cívico-militares; temas que , habitualmente, no han estado presentes en los diferentes cursos y actividades formativas en la enseñanza militar, ni, por supuesto, en la civil.

El amor de Macarena Olona por la Guardia Civil empieza por su pareja, un joven oficial condecorado

El padre de su hijo llegó a la Benemérita como militar de carrera y, los que le...

Responsable Servicio de Prevención Propio

Fundación SUMMA HUMANITATE Madrid (España)

Últimas noticias

“El quien es quién en la tragedia de la Comunidad Valenciana”

Caos y destrucción Lo que ha ocurrido desde el pasado martes 29 de...

SEGURIDAD DE LOS JUEGOS OLÍMPICOS Y PARALÍMPICOS “PARÍS 2024” (V)

Los JJ.OO. de “París 2024”, una vez ya clausurados, aunque cuando se escribe este artículo aún están celebrando los Juegos Paralímpicos, permiten una primera valoración, de lo que se puede calificar como un éxito deportivo, organizativo y de seguridad, aunque profundizando en la celebración, podamos encontrar cuestiones mejorables.

SEGURIDAD DE LOS JUEGOS OLÍMPICOS Y PARALÍMPICOS “PARÍS 2024” (IV)

Todo planteamiento de seguridad requiere de dos cuestiones previas que son las siguientes: “Que proteger” y “de que proteger”, y una vez conocidas ambas, proceder a establecer la seguridad en función de ellas.

SEGURIDAD DE LOS JUEGOS OLÍMPICOS Y PARALÍMPICOS “PARÍS 2024” (III)

Todo evento como es el caso de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de “París 2024” tiene como primer componente de planificación el establecimiento de unos objetivos, es decir lo que se pretende con su organización y celebración, y si ello es posible.

SEGURIDAD DE LOS JUEGOS OLÍMPICOS Y PARALÍMPICOS “PARÍS 2024” (II)

Los Juegos Olímpicos “París 2024, constituyen un acontecimiento que traspasa el ámbito deportivo, para entrar en el de los ámbitos mediático, económico, social, cultural y político a nivel mundial.