Puede resultar una obviedad señalar que el aporte de la ciencia, la tecnología y la innovación ha resultado clave para enfrentar los desafíos sanitarios y sociales generados por el coronavirus. Y seguirá siendo definitivo para apoyar los esfuerzos productivos de la recuperación económica tras la pandemia.
Desde el decreto del Estado de Alarma y aún habiendo alcanzado la nueva normalidad, la sociedad se ha visto obligada a infinidad de cambios: adoptar nuevas fórmulas laborales –el teletrabajo permitió que miles de empresas y organizaciones continuaran con su operativa diaria–; implementar plataformas y pautas educativas –la enseñanza online podría haber llegado para quedarse–, o desarrollar diferentes maneras seguras, pero inmediatas de interactuar con los seres queridos. Gracias a la conectividad y las redes se logró superar el confinamiento conservando la comunicación con el entorno. La tecnología y las telecomunicaciones nos mantuvieron más unidos (e informados) que nunca.
Los avances de la digitalización son imparables pero, hasta que no llegó la pandemia, muchos no eran conscientes de su integración en nuestras vidas cotidianas. Si el pilar de la tecnología no hubiese estado tan desarrollado, con una potente infraestructura y una red interconectada, la situación para gobiernos, centros sanitarios, empresas y ciudadanos hubiese sido casi insostenible. Las redes nos permitieron continuar conectados y co-creando. Así, durante estos meses, también se desarrolló una dimensión colaborativa entre administraciones, actores económicos y ciudadanos. Algo imprescindible para enfrentar esta crisis global.
“Es pronto aún para extraer conclusiones respecto a lo que hemos aprendido y lo que nos quedará cuando superemos esta crisis, pero lo que, sin duda, es ya un hecho es la aceleración de la digitalización en muchos procesos, también en nuestro día a día. No sé cuánto habríamos tardado, en condiciones normales, en adoptar estos cambios, estas herramientas de trabajo y de relación social como las múltiples aplicaciones de multiconferencia y trabajo colaborativo pero se han instalado entre nosotros y se han demostrado un elemento crítico del sistema nervioso digital que ha permitido que una parte no menor de la economía haya mantenido niveles más que aceptables de actividad con todo lo que ello supone en términos de mitigación del impacto económico y social”, tal y como explicó Tobías Martínez, consejero delegado de Cellnex Telecom, el principal operador de infraestructuras de telecomunicaciones inalámbricas del continente, durante la cumbre Empresas españolas liderando el futuro, organizada por CEOE.
“No vamos a superar con éxito esta crisis si no hacemos una apuesta decidida por superar uno de los grandes lastres de nuestra economía, que es la menor productividad”, agregó Martínez. “De la mano de la digitalización aflora una mayor productividad; una mejora en la eficiencia de todos los procesos –con las derivadas en materia de sostenibilidad y cambio climático que vemos también recogidas en el proyecto de “Pacto verde europeo” que está impulsando la Comisión Europea–; afloran nuevos modelos de negocio que demandarán nuevos perfiles profesionales y ofrecerán nuevas oportunidades; aflorará definitivamente la Industria 4.0 apoyada en la eclosión del ecosistema del 5G”.
Por ello, y pensando en la recuperación, resultan imprescindibles proyectos como el Corredor 5G del Mediterráneo –llamado 5GMed-, esencial para trabajar la movilidad del futuro y seguir situando a España en la vanguardia de la conectividad. Dicha iniciativa, con un consorcio de 21 socios de siete países coordinado por Cellnex y una inversión global de 16 millones de euros, el 75% financiado por la Comisión Europea, se pondrá en marcha el próximo mes de septiembre y prevé testear y desarrollar en el tramo transfronterizo de ferrocarril y la autopista entre Figueres y Perpignan una amplia gama de tecnologías entre las que destacan el 5G, los sensores a bordo y la inteligencia artificial (IA).
El 5GMed, con una inversión global de 16 millones de euros, se pondrá en marcha el próximo mes de septiembre
El objetivo es desarrollar servicios avanzados de movilidad cooperativa y automatizada y del sistema de comunicaciones móviles ferroviarias del futuro. En concreto, la infraestructura prestará apoyo a cuatro casos de uso: conducción automatizada a distancia, gestión avanzada del tráfico, continuidad de servicios comerciales en el ferrocarril durante el cambio transfronterizo y, por último, infoentretenimiento con realidad aumentada para vehículos autónomos y ferrocarriles.
“El 5G permitirá un flujo de datos 10 veces más rápido que el que proporciona el 4G; dividirá por 10 los tiempos de respuesta; y multiplicará por 10 la densidad de conexiones debido a los miles de millones de objetos y dispositivos conectados. Lo que está en juego en el despliegue de la nueva tecnología va más allá de estas cifras. Se trata de una disrupción que nos permite entrar definitivamente en la era digital. Dará lugar a nuevos modelos económicos, negocios y servicios, tanto para las empresas como para los ciudadanos, y creará profesiones que hoy ni siquiera imaginamos. En la salud, la educación, la movilidad, los servicios públicos, superará las limitaciones físicas y geográficas”, explicó Martínez. De hecho, el despliegue del 5G, que será gradual y se espera esté perfectamente implementado en 2025, se presenta como el próximo gran reto de liderazgo de la Unión Europa y de cooperación entre el sector público y privado.
“El 5G será industrial o no será”, subrayó el consejero delegado de Cellnex. “La tecnología 5G está aquí y es una buena noticia. Es uno de los catalizadores para el Plan de Recuperación en Europa, el next generation EU que movilizará 750.000 millones destinados a programas que pivoten sobre los ejes de la transición digital y ecológica. Las dos avanzarán de la mano y como país debemos ser capaces de co-liderar las dos transiciones. Estamos ante un conjunto de cambios que impactarán positivamente en nuestras vidas. Los vehículos conectados y la movilidad inteligente y sostenible, la telemedicina, la robotización de la industria o la realidad aumentada, formarán parte de nuestra vida cotidiana. Digitalización e innovación como dos caras de una misma moneda”.
Tecnología al servicio de la salud y la sociedad
La comunicación fluida, constante y de co-creación que posibilitaron las redes durante el confinamiento está siendo esencial para conocer el coronavirus, estudiar su evolución, definir los tratamientos más adecuados y avanzar en la formulación de una vacuna. Dicha cooperación científica y tecnológica ha puesto la tecnología al servicio de la sociedad, como la iniciativa presentada recientemente por el Consorcio Europeo de Hospitales, liderado por el Clínic-IDIBAPS. Se trata de un proyecto de investigación internacional que estudia la respuesta inmunitaria frente al SARS-CoV-2 y propondrá nuevos tratamientos basados en el comportamiento celular del organismo frente a la Covid-19.
Esta investigación contará de nuevo con la colaboración activa de Cellnex, que aportará los recursos necesarios para el desarrollo del proyecto. De esta manera, la empresa –principal operador europeo independiente de infraestructuras de telecomunicaciones inalámbricas, con una cartera de más de 50.000 emplazamientos– se perfila como ejemplo de compañía sostenible, humana, innovadora, autoexigente y que dan ejemplo en el desarrollo de su actividad y su apuesta por la responsabilidad corporativa.