Pese a las primeras recomendaciones de que en las actividades deportivas el uso de mascarillas era opcional, estudios médicos apuntan a la necesidad de protección en determinados espacios cuando hay concentración de muchas personas.
Allá por el mes de mayo, en primero de pandemia, el BOE recogió varios supuestos en los que el uso de la mascarilla no era exigible. Uno de ellos fue: «Desarrollo de actividades en las que, por la propia naturaleza de éstas, resulte incompatible el uso de la mascarilla». Con esta ambigua frase se entendió que la práctica deportiva era una de esas actividades incompatibles con el uso de la mascarilla y hemos asumido que los deportistas tienen barra libre para no llevarla.
Pero esto no coincide con la opinión de los expertos. La Sociedad Española de Medicina del Deporte junto con la Organización Médica Colegial ha publicado un comunicado sobre el uso de mascarillas en la práctica deportiva en relación con la infección por virus SARS-CoV2. ¿Su conclusión? Mascarilla sí, gracias.
Practicar deporte en tiempos de coronavirus: ¿es un riesgo?
Practicar deporte aporta grandes beneficios para la salud. Hasta aquí todos de acuerdo. El problema es que, en tiempos de coronavirus, hay dos escollos difícilmente salvables. Por un lado, está la cercanía física que puede favorecer el contagio en deportes de contacto como, por ejemplo, en los deportes de equipo o de lucha. Este es el punto negativo que más se comenta y la razón por la que se hayan suspendido muchas competiciones deportivas. Pero aún hay más. Y es que, según los expertos del comunicado, poco se está hablando de lo que supone el incremento de la ventilación pulmonar por el esfuerzo durante el deporte. Es decir, el aire que es inhalado y exhalado en cada respiración aumenta cuando hacemos ejercicio. Si en reposo los pulmones ventilan 6-7 litros por minuto, se puede pasar hasta 200-250 litros por minuto en un deportista de alto nivel en esfuerzo máximo. Si esto ocurre en un recinto cerrado donde constantemente se reciben cientos de litros de aire de varios deportistas, la probabilidad de contagiarse se dispara.
¿Usar mascarilla durante el ejercicio es perjudicial?
Es sin duda la pregunta del millón. Y es que el miedo a los efectos secundarios de la mascarilla ha sido y sigue siendo uno de los principales argumentos contra su uso. Sin embargo, hoy por hoy, no se ha constatado ningún efecto secundario debido al uso de la mascarilla si se usa adecuadamente. Ni en reposo ni durante el ejercicio.
¿El uso de la mascarilla reduce el rendimiento deportivo?
Recientes estudios han mostrado cómo el uso de la mascarilla FFP2 en prueba de esfuerzo máxima sí afecta significativamente todos los parámetros de confort, cardiorrespiratorios, metabólicos y de rendimiento del deportista. Sin embargo, empleando una mascarilla quirúrgica, y hasta la fecha, en prueba de esfuerzo máxima no disminuyen los parámetros cardiorrespiratorios, metabólicos y de rendimiento del deportista, aunque sí que afecta a los parámetros de confort. Es decir, la sensación del deportista con respecto al calor, resistencia a la respiración, picor o presión puede empeorar, pero no el rendimiento deportivo.
Conclusión: ¿mascarilla sí o no?
En la opinión de estos expertos, llegado este punto de la pandemia, lo ideal es evitar los deportes de contacto. Si no es posible evitarlos, recomiendan el uso de mascarillas especialmente en recintos cerrados. Y en caso de no poder asumir las medias de prevención propuestas, su postura es que el deportista se abstenga de entrenar o competir con otras personas. Más claro, agua.
La opinión de un runner avezado: sí se puede
¿Cuál es la opinión de un runner con varias maratones a sus espaldas? ¿Merece la pena seguir haciendo deporte en estas condiciones? ¿Mascarilla sí o no? Cristina Mitre, periodista, podcaster y autora del exitoso libro Mujeres que corren, es uno de los rostros más conocidos del running popular en nuestro país. Ella lo tiene claro: «Teniendo en cuenta que un muy escaso porcentaje de la población cumple con los 10.000 pasos diarios (como mínimo) que recomienda la OMS y que, ahora, con el teletrabajo se reduce nuestra actividad física de una manera considerable, es vital que nos movamos más que nunca. Si queremos seguir yendo al gimnasio no hay inconveniente, pero hay que hacerlo con mascarilla, manteniendo siempre la distancia de seguridad y en espacios ventilados. Además del resto de medidas de higiene».
Los siete consejos de Cristina Mitre para hacer deporte en tiempos de coronavirus
1. Mascarilla: mejor quirúrgica. En su opinión, la mascarilla quirúrgica transpira mejor que una de tela, da menos calor y provoca menos sensación de agobio que una KN95. ¡Importante! Nos recuerda que son de usar y tirar: «Después de entrenar, tiro la mascarilla porque suele acabar empapada. Al principio, puede que te agobie un poco, pero hay que ir adaptándose».
2. En el gimnasio: limpieza y responsabilidad individual. Cristina sigue un protocolo estricto: «Al gimnasio siempre llevo gel hidroalcohólico y limpio el material antes y después de cada uso con papel y un producto específico».
3. Sesiones individuales ‘online’: una buena alternativa. En su opinión: «Si algo positivo ha traído esta «nueva normalidad» es la rápida adaptación de nuevos modelos de entrenamiento online. En mi caso, desde marzo trabajo la fuerza con mi entrenadora en dos sesiones online a la semana. Todos los martes y jueves nos conectamos por Zoom y parece que estamos compartiendo el mismo espacio físico y las agujetas que me deja son todo menos virtuales. Para entrenar en casa, realmente se requiere muy poco material. De hecho, para empezar, basta con tu propio peso corporal para hacer planchas, sentadillas, lounges… Luego, puedes invertir en unas gomas y, más adelante en unas mancuernas, e incluso, en una pesa rusa o kettlebell«.
4. Vídeos en Youtube o Instagram. Tienen ventajas, pero también inconvenientes: «Hay gran cantidad de contenido gratuito en YouTube e Instagram. El único inconveniente de este tipo de entrenamientos es que no hay supervisión, como sí ocurre en las clases personales o grupales, a través de plataformas como Zoom o Webex. Como el entrenador no puede vernos y, así, corregirnos, pueden ser potencialmente lesivas si los ejercicios no se realizan con la técnica adecuada».
5. Mejor al aire libre. «Muchos centros ofrecen ya clases al aire libre y no es mala idea ir a un parque y aprovechar para hacer ejercicios de movilidad y de fuerza con unas gomas, por ejemplo».Más en El MundoBegoña Villacís será una mujer divorciada antes de que acabe el mesEl MundoEl anuncio del ‘putíbulo’ de MainatEl Mundo
6. Correr con mascarilla: «Aunque al aire libre se reducen los contagios, por una cuestión de civismo y, dado que compartimos espacio con otros peatones, si no se puede mantener la distancia de seguridad de dos metros, los corredores deberían ponerse también una mascarilla».
7. Buscar zonas poco transitadas para correr. Esta conclusión de Cristina, llena de sentido común, es en definitiva lo que todo runner debería interiorizar: «Lo ideal es buscar rutas menos concurridas para no molestar a aquellos que pasean y, en el caso de cruzarnos con gente, colocarnos la mascarilla que podemos llevar guardada, por ejemplo, en un cinturón de avituallamiento».