«El yihadismo es una amenaza imposible de erradicar a corto y medio plazo», advierte Fernando Reinares, director del Programa sobre Radicalización Violenta y Terrorismo Global del Real Instituto Elcano en el 20 aniversario de los atentados del 11-S.
Decía un famoso tango que veinte años no es nada. Después de ese periodo de tiempo, imborrables permanecen en la memoria de todos.
Las imágenes de las Torres Gemelas en llamas tras el impacto del primero de los cuatro aviones secuestrados por Al Qaeda aquella mañana del 11 de septiembre de 2001. Un atentado en cadena que golpeó el corazón de Estados Unidos y cambió el mundo para siempre. Sin embargo, la lucha contra el yihadismo no ha sido tan exitosa como prometió George W. Bush, cuando aquel 11-S proclamó la «guerra contra el terror». Los talibán han regresado al poder en Afganistán, Al Qaeda sigue existiendo y el yihadismo global está más extendido que nunca, según advierte Fernando Reinares en una entrevista con Vozpópuli.
El director del Programa sobre Radicalización Violenta y Terrorismo Global en el Real Instituto Elcano no duda en afirmar que «la guerra contra el terror ha sido un fracaso«. «El mundo es un lugar muy poco seguro«, afirma el experto en yihadismo y catedrático de Ciencia Política y Estudios de Seguridad en la Universidad Rey Juan Carlos, que ha publicado recientemente el libro 11-M. La venganza de Al Qaeda (Galaxia Gutenberg, 2021). En esta entrevista advierte también de la que puede ser la mayor amenaza hoy en día para Occidente, con Al Qaeda y el Estado Islámico como protagonistas.
Pregunta (P). Dos décadas después del 11-S, en un contexto marcado por la caótica retirada de Estados Unidos de Afganistán, ¿qué balance hace de la «guerra contra el terror» iniciada por George W. Bush en 2001? ¿Es hoy el mundo un lugar más seguro frente al terrorismo yihadista?
Respuesta (R). En conjunto, la guerra contra el terror, con el énfasis militar que imprimió Estados Unidos, ha sido un fracaso, porque Al Qaeda sigue existiendo, acaba de contribuir al retorno de los talibanes al poder en Afganistán y el yihadismo global se encuentra hoy más extendido que nunca. Dicho esto, la realidad de la violencia yihadista, tanto de Al Qaeda como de su rival Estado Islámico, se vive de modo muy distinto según la región del mundo en que nos situemos.
Para la población de Siria, de Yemen, de Nigeria, de Somalia, de Libia o de Malí, donde los ataques y atentados terroristas son habituales cuando no cotidianos, el mundo es un lugar muy poco seguro. En los países occidentales, que hemos padecido en mucha menor medida el terrorismo yihadista que los propios países del mundo islámico, se trata de una amenaza imposible de erradicar a corto y medio plazo, que se continuará manifestando episódicamente y con la que tenemos que aprender a vivir sin erosionar los principios en que están sustentadas nuestras sociedades abiertas.