Trompeteros reales en la Abadía de Westminster
RESUMEN
El 19 de septiembre de 2022, ha sido un día que pasará a la historia del Reino Unido y la del resto del mundo.
En ese día se ha producido el entierro de la reina Isabel II de Inglaterra tras su fallecimiento el día 8 de septiembre en el castillo de Balmoral (Escocia).
Isabel II, falleció siendo reina del Reino Unido (Inglaterra, País de Gales, Escocia e Irlanda del Norte) y jefa de estado de catorce naciones más: Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Granada, Jamaica, las Islas Salomón, Papúa Nueva Guinea, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, y Tuvalu.
El fallecimiento de la monarca y su posterior funeral y entierro, han supuesto una concentración de magnitud extraordinaria, por el número de mandatarios internacionales que han acudido a su funeral, por las masas de personas que han querido mostrar su respeto presencialmente y por los millones de espectadores qué por televisión, han seguido en todo el mundo las exequias que han precedido a su entierro en el castillo de Windsor.
Todo ello ha supuesto política, economía, organización, protocolo y… seguridad.
Palabras clave
Seguridad, “Global Britain”. Entierro reina Isabel II. Imagen-país, protocolo, política y economía.
ABSTRACT
September 19, 2022, has been a day that will go down in history for the UK and the rest of the world.
On that day, the burial of Queen Elizabeth II of England took place after her death on September 8 at Balmoral Castle (Scotland) on the day.
Queen of the United Kingdom (England, Wales, Scotland and Northern Ireland), Canada, Australia, New Zealand, Antigua and Barbuda, Bahamas, Belize, Grenada, Jamaica, Solomon Islands, Papua New Guinea, Saint Kitts and Nevis, Saint Vincent and the Grenadines, Saint Lucia, and Tuvalu.
The death of the monarch and her subsequent funeral and burial have meant a concentration of extraordinary magnitude due to the number of international leaders who have attended, the masses of people who have wanted to show their respect in person and the millions of viewers who on television , the obsequies that preceded his burial at Windsor Castle have followed throughout the world.
All this to supposed politics, economy, organization, protocol and… security.
Keywords
Security, “Global Britain”. Burial Queen Elizabeth II. Image-country, protocol, politics and economy.
INTRODUCCION
Isabel II se convirtió en reina en febrero de 1952 tras la muerte de su padre, Jorge VI. A lo largo de sus más de siete décadas de reinado ha visto como varias de las colonias que quedaban en el Imperio Británico se independizaban; ha vivido algunos de los momentos más tensos de la Corona inglesa, a consecuencia de la vida privada de algunos de sus miembros (en particular, el divorcio de su hijo Carlos y la muerte de la ex esposa de este, Diana de Gales). No obstante, ha sabido mantener ejemplarmente su desempeño público, por el que ha sido muy bien valorada por el pueblo británico.
En los últimos años de su reinado, ha afrontado momentos clave de la histórica reciente del Reino Unido, como el Brexit (el proceso de salida de la Unión Europa) y la pandemia de COVID-19.
CONTENIDO

Todo el proceso desde el fallecimiento hasta el entierro de la reina Isabel II. ha tenido a lo largo de los diez días de su duración, una muestra de organización casi impecable, y decimos casi, porque sabemos que en algo tan complejo como el acontecimiento vivido, es prácticamente imposible la perfección total, aunque casi se haya alcanzado.
Además de los protagonistas principales de este hecho histórico, comenzando por la propia reina, por la que desde estas líneas, manifiesto todos mis respetos, cuatro materias han tenido un relieve de primer orden en todo lo que se ha producido: la política, la economía, el protocolo y la seguridad.
Respecto a la política, como profesional de la seguridad, tengo por costumbre no hacer ninguna manifestación y mantenerme simplemente como espectador aplicando la conocida y prudente expresión de: ver, oír y callar.
Respecto a la economía, los fastos puestos de manifiesto, la organización y cuanto todo ello ha conllevado, es de entender que ha supuesto un gasto económico muy importante, en un momento para el Reino Unido de recesión económica, con un producto interior bruto (PIB) que registró una contracción del 0,1 entre abril y junio, después de crecer a un ritmo del 0,8 en los primeros tres meses de 2022. Todo ello, según la primera estimación de los datos publicados por la Office for National Statistics (ONS) -Oficina Nacional de Estadística-. (Fuente Cotizalia).
Estos datos son aún más sombríos si se tiene en cuenta la estimación del Deutsche Bank, que vaticina para el Reino Unido una crisis que puede hundir la libra un 30%.
Pero no obstante estas cifras, el gasto en los actos del sepelio de la reina Isabel II, han sido probablemente una inversión, por lo que ha supuesto también de ingresos para varios sectores del país, incluidos los derechos de televisión y para la “imagen-país” a la que más tarde nos referiremos.
En cuanto al protocolo, impecable, aunque haya llamado la atención ver a los emperadores del Japón ser trasladados en autobús hasta la abadía de Westminster para asistir a los actos del funeral. Pero al parecer se ha debido a motivos de agilización de las comitivas y también de seguridad, con una excepción que más adelante comentaremos.

El protocolo, el ceremonial y el boato han sido espectaculares, aunque estos dos últimos, hayan podido ser calificados de recargados. Pero cada país tiene sus costumbres y cultura y todo esto forma parte de ello, de lo cual se puede opinar, pero siempre respetar.

Y por último llegamos a la que ha mi modo de ver ha sido la gran protagonista desde el punto de vista organizativo que ha ido la seguridad, aunque su papel, como casi siempre sea el de estar presente, ya sea visibilizada a no.

¿Y por que decimos que la seguridad ha sido la protagonista, si el protocolo, el ceremonial y el boato, son los que han “lucido” más por expresarlo de una forma más coloquial?
Por lo que ha representado, por su papel trascendental, por las consecuencias que habría supuesto un fallo por deficiencia o por carencia de ella.
Un fallo de protocolo podría haber supuesto un deterioro de imagen, incluso un incidente diplomático.
Un fallo de seguridad que hubiera posibilitado un atentado, o un ciberataque, por ejemplo, al suministro eléctrico de la ciudad de Londres o a gran parte de ella, o al tráfico aeroportuario, habría sido un gravísimo problema, y desde luego sus consecuencias sobre todo en el caso de un atentado a uno o varios mandatarios o altos dirigentes internacionales.
La seguridad evitando contratiempos, actuando como escudo, parando ciberataques, que sin duda se habrán producido, ha sido el protagonista menos visible pero más decisivo. Es permítaseme el símil, el de un buen árbitro en un encuentro de fútbol. Su labor se valora cuando al concluir el partido ha pasado desapercibido, pero con su labor callada ha hecho que todo transcurriera con absoluta normalidad.
El Reino Unido tenía dos objetivos. Un primer objetivo que era la realización de los actos del sepelio de la reina Isabel II para rendirle homenaje y agradecimiento una vez fallecida y que todos esos actos se realizaran con total normalidad, es decir según lo programado, sin incidentes ni accidentes, y un segundo objetivo que tiene un doble componente político y económico y es la “imagen-país”, que para mejor expresarlo en términos mas propios para el país al que nos referimos el “Global Britain”.
¿Qué se entiende por” imagen-país”?
La imagen país es un concepto muy difundido en los negocios internacionales, también expresado como marca-país según los términos acuñados por Simon Anholt.
Se considera imagen país aquella conjunción de elementos positivos, pero también negativos, que caracterizan y distinguen a un determinado país-mercado en el escenario internacional.
Esta imagen es una sumatoria de elementos de diversa índole: comerciales, geográficos, políticos, históricos, financieros, tecnológicos, entre otros, que conforman una percepción sintética y simplificada acerca de cómo es visto un determinado país por el resto del mundo.

¿Qué se entiende por “Global Britain”?
Este eslogan ha sido creado en el Reino Unido para contrarrestar la idea de que la salida de la Unión Europea significaba aislamiento. La narrativa de una «Global Britain» ha apuntado y apunta a impulsar al país como líder mundial.
El eslogan «Global Britain» pretende fortalecer la influencia diplomática, comercial, militar y cultural del Reino Unido en todo el mundo.
Según explicó en su primer discurso como jefe del gobierno Boris Johnson, la idea del “Global Britain” es la de recuperar el «papel natural e histórico» del país como «emprendedor, que mira hacia el exterior y que es verdaderamente global, generoso y comprometido con el mundo».

Teniendo este pensamiento, el Reino Unido ha visto la ocasión, con motivo del fallecimiento de la reina Isabel II, de ser durante los diez días el el foco de atención del mundo y con ello contribuir al “Global Britain”.
Según el periódico La Razón el funeral de Isabel II lo han seguido 4.100 millones de personas a través de televisión, en todo el mundo.
¿Nos damos cuenta del marketing que ha supuesto esto? La repercusión en cuanto a imagen y promoción del Reino Unido. Por ello hablamos en párrafos anteriores de inversión y no de gasto, el dinero empleado en los diferentes actos y ceremonias.
¡Ha sido, dicho con el máximo respeto hacia el fallecimiento de la reina Isabel II, un gran espectáculo y desde luego impecablemente realizado!
Ahora bien. ¿Que podría haber empañado, incluso arruinado ese acontecimiento mundial?
Un fallo de seguridad, que dependiendo de su alcance y de sus consecuencias podría haber llegado a niveles muy graves y haber hecho mucho daño al “Global Britain”.
Se ha hablado de comparar la seguridad del funeral de Isabel II, con la que se tuvo por parte del Reino Unido para los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Aquella la conocí bastante bien, y respecto a la misma tuve la ocasión de analizarla en los platós de televisión de la “Deutsche Welle” en Berlín durante la celebración de los Juegos, y de escribir después varios artículos, que Belt, publicó en su momento.
Han sido equiparables en muchas cosas, pero en otras no, aunque sin duda ha supuesto un despliegue extraordinario.
La seguridad integrada en el operativo de todo el proceso llamado “London Bridge” (Puente de Londres) y sus diferentes operativos “Unicorn”; “Lion” y “Feather” ha hecho que trascendiera a los medios de comunicación ciertas cifras como 10.000 efectivos, drones y empleo de cámaras de video vigilancia dotadas de inteligencia artificial para la identificación de rostros, entre otros medios humanos y materiales. Pero todo esto no ha sido más que la punta de un iceberg respecto a la masa total del mismo.

El Plan integral de seguridad en el que habrán intervenido responsables del MOD ( Ministry of Defence – Ministerio de Defensa) y el Home Office (Ministerio del Interior), además de representantes de otros organismos del Gobierno británico, habrán elaborado probablemente una serie de planes documentados en los que utilizando una síntesis muy básica por mi parte para explicarlo, suponemos que habrán recogido lo siguiente:
- Los objetivos. La evaluación, gestión y control de riesgos. Los criterios (sobre todo como ocurrió en los JJOO de Londres 2012, teniendo en cuenta lo posible y no solo probable) y el ámbito de actuación.
- Sobre estas bases suponemos que se habrán elaborado los distintos planes de control de riesgos, de emergencia y evacuación, de contingencia y de continuidad. Todo ello integrado por los dispositivos, las medidas (entre ellas la protección de las infraestructuras críticas y puntos esenciales), los medios, en donde entran los medios humanos y materiales, (algunos de los cuales se han comentado anteriormente) y los procedimientos, protocolos y operativos. Todo ello actualizado permanentemente según la información recibida en tiempo real.
- Finalmente se habrá contado con una estructura integrada y jerarquizada, con un gabinete de crisis y con un Centro de Control Operativo (CCO) replicado.
- En todo ello habrá habido, como es fácil entender, dos elementos esenciales, la información proporcionada por los miembros de los servicios de vigilancia y contravigilancia, las cámaras de videovigilancia urbanas, (Londres es la segunda ciudad del mundo con más cámaras de videovigilancia en espacios urbanos) y los servicios de inteligencia, entre ellos el MI5 y el MI 6 (además de contar con la colaboración de países extranjeros y organismos supranacionales como la OTAN e Interpol, entre otros) y además de toda esta red de información, su complemento fundamental que es la comunicación.


Por su parte, se ha comentado qué con el presidente de los Estados Unidos, se ha hecho la excepción de que se desplazara desde la embajada norteamericana a la Abadía de Westminster en su propia limusina blindada (“la bestia” como la denominan) en lugar de hacerlo en los autobuses que la organización había puesto a disposición de los mandatarios mundiales.
Las medidas de seguridad se ponen en función de los riesgos y de sus posibles consecuencias en el caso de su materialización. Con este razonamiento el presidente de los Estados Unidos de Norteamérica era el líder con más riesgo de atentado de todos los líderes mundiales que han concurrido en Londres, y con las mayores consecuencias que en caso de producirse dicho atentado, tendría para estabilidad mundial, y por supuesto para la imagen del Reino Unido.
Claro que el presidente Biden tenía más riesgo que por ejemplo el Príncipe de Mónaco, dicho esto con la mayor consideración hacia el Príncipe Alberto II.
Por ello las medidas tenían que ser superiores.


La rentabilidad de imagen y prestigio para el Reino Unido con ocasión del entierro de la reina Isabel II ha sido y será muy alta, potenciando el “Global Britain”. Pero todo ello ha estado dependiendo fundamentalmente de… la seguridad.

CONCLUSIÓN:
Como habrán podido comprobar quienes hayan leído lo que antecede a la conclusión de este artículo, el motivo principal ha sido el de destacar la importancia que ha tenido la seguridad, aunque como siempre haya estado en un segundo plano, ya que el gran publico repara en ella, solamente cuando se manifiesta algún daño como consecuencia de su carencia, deficiencia o insuficiencia. Es decir, se la visibiliza por las consecuencias que conlleva su falta.
Por ello, imagen-país, “Global Britain”, protocolo, sí. Pero en casos de la magnitud de un evento como ha sido el entierro de la reina Isabel II, por la dimensión del mismo en cuanto a personalidades asistentes y las grandes masas de personas que lo han presenciado “in situ” o a través de la televisión, lo que ha sido determinante ha sido la ¡SEGURIDAD!
Porque los riesgos de daños siempre existen, aunque se consiga en un esfuerzo callado y pocas veces valorado, que no se manifiesten.
Para finalizar este artículo quisiera compartir una reflexión dentro de un plano estrictamente humano, fuera de la política, de la economía, del protocolo, e incluso de la seguridad. Y es que todo este suceso gira alrededor del fallecimiento de una persona.
Un ser humano que efectivamente, como otros muchos que mueren diariamente en el mundo, pero por eso, detrás de las joyas y los oropeles reales, al final también hay una persona con familiares y amigos que habrán sentido su perdida más allá del papel instituciona que desempeñaba.
Tal vez, las palabras pronunciadas por el príncipe William, nieto de la reina Isabel II, y ya Príncipe de Gales, sean ilustrativas de la reflexión que he tratado de compartir.
“El mundo ha perdido una líder extraordinaria, pero yo… he perdido a mi abuela”.

Descanse en paz.