Navantia asume por primera vez en su historia el rol de autoridad técnica, pasando de construir en España con diseño extranjero a construir aquí con diseño propio.
El programa S-80 representa un antes y un después para el astillero público Navantia, la industria naval nacional y también para la Armada española. El gran logro tecnológico de este proyecto sin precedentes es el diseño y construcción del primer submarino 100% español.
Navantia asume por primera vez en su historia el rol de autoridad técnica de diseño en submarinos, pasando de construir en España con diseño extranjero a construir en España con diseño propio. El constructor naval se embarcó en este programa después del éxito -nacional e internacional- de las fragatas F-100, el portaviones LHD Juan Carlos I y los buques anfibios de la clase Galicia. Es precisamente esta experiencia y reconocido prestigio en buques de superficie la que empuja a dar un paso más e iniciar un programa para diseñar un submarino. Algo mucho más complejo.
Hasta el programa S-80 Plus, cabe recordar, España había desarrollado su fuerza submarina con diseños, tecnología y apoyo técnico extranjero (de Estados Unidos y Francia fundamentalmente). Por ejemplo, tanto la serie S-60 como la S-70 fueron construidas por los astilleros públicos españoles siguiendo un diseño francés de la entonces DCN -hoy Naval Group-.
Características del submarino
El submarino S-80 tiene un desplazamiento en inmersión de casi 3.000 toneladas (2.965 t), una eslora de 81 metros y un diámetro de casco resistente de 7,3 metros. Su velocidad en la superficie será de 10 nudos y en inmersión de 19 nudos. En su interior alberga 180 sistemas y 60 km de cables.
El sumergible está dotado con un sistema de propulsión principal basado en un motor eléctrico (MEP) de 3.500 kw y un motor diésel compuesto por tres grupos generadores de 1.200 kw que producen la energía que alimenta al MEP. Por su parte, el Sistema de Propulsión Independiente del Aire (AIP) permite al buque, de acuerdo con Navantia, permanecer hasta tres semanas bajo el agua. Mientras este sistema está activo, el submarino no tiene la necesidad de ascender a cota snorkel para recargar las baterías.
En las consolas de la sala de mando y control se maneja desde la propulsión del buque, hasta el aire acondicionado, pasando por los equipos y armamento que forman parte del sistema de combate o las comunicaciones.