El confinamiento ha abierto la demanda de un tipo de unidad residencial con peculiaridades; fuentes del sector apuntan tanto a un furor inicial que podría aplacarse como a una tendencia permanente
«¿Cómo es una vivienda preparada para el teletrabajo?«, se preguntaron algunos de los lectores de este periódico ante algunas de las recientes informaciones de este medio sobre el sector, como aquella relativa a la apuesta del inversor Warren Buffet por un incremento a largo plazo del número de nacionales y, sobre todo, extranjeros que vendrán a teletrabajar desde España aprovechando su clima, sanidad e infraestructuras.
La inmobiliaria en España de Buffet apostará por «promociones de viviendas preparadas para el teletrabajo», como ya lo ha hecho, por ejemplo, la promotora de urbanizaciones de lujo La Finca, con una primera promoción de 92 casas de lujo «post-covid» en Pozuelo de Alarcón (Madrid) de entre 380.000 y 940.000 euros preparadas para el teletrabajo.
«Más de 70 están ya reservadas, y en muchos casos, no se trata de alguien que las compra para vivir allí sino que compra varias unidades como inversión a futuro», apuntan fuentes cercanas a La Finca a este periódico.
Se trata de viviendas que estaban inicialmente pensadas para el alquiler de entre 80 y 170 metros cuadrados «especialmente equipadas para el teletrabajo», con espacios comunes a tal efecto de entre 10 y 14 metros cuadrados.
Habitaciones Covit
«Centros Operativos de visualización integral técnica» (habitaciones Covit) es como los denomina la promotora. En esta primera promoción, son espacios comunes.
Dentro de ellos se cuida la ofimática, con lugar para el despacho, la silla cómoda y grandes pantallas o monitores (las antiguas televisiones en la pared) con conectividad para ser eventualmente utilizadas en videoconferencias, y culto al cuidado por la iluminación y margen para elementos como una nevera, escáneres e impresoras.
«Cuando hablamos de viviendas pensadas para el teletrabajo hablamos de esos espacios específicos, pero también de un conjunto de cosas que desea aquel que quiere estar preparado para otro confinamiento y/o afrontar una situación como la actual que pueda eventualmente empeorar. Esto aplica al que busca seguridad y busca, por eso, casa en las afueras. Paralelamente, está el tema de la conciliación familiar, se busca estructurar las casas para preservar la intimidad de quien teletrabaja cuando lo hace», añaden fuentes cercanas a la promotora de lujo.
«Es fundamental tener un espacio fijo de trabajo, entrada de luz natural y ventilación adecuada, así como que sea un espacio con suficiente aislamiento de ruido y consumo energético que asegure confort térmico. Todo esto debe ir acompañado de espacios que permitan esa conciliación laboral y familiar, priorizándose así el tamaño de la vivienda, la luz o la terraza frente a otros elementos como la ubicación«, añade por su parte Silvia Álvarez, directora de Marketing de la mayor promotora residencial de España, Neinor Homes.
La luminosidad de las viviendas así como la eficiencia energética pasan a ser puntos clave ya que pasaremos más tiempo en casa y buscaremos un mayor confort, pero sin que incremente el gasto»
«La covid-19 ha sido un claro catalizador del teletrabajo. Sin embargo, también ha puesto en evidencia las carencias de las actuales viviendas para poder realizarlo. Según el estudio que ha elaborado Aedas Homes sobre el Impacto del confinamiento en la demanda de vivienda de los jóvenes, el interés por comprar una nueva casa que tenga una estancia exclusiva para teletrabajar ha crecido, de media, un 105%», afirma Javier Sánchez, director de Innovación y Marca de otra de las mayores promotoras cotizadas, Aedas Homes.
«Respecto a las características de las viviendas para teletrabajar, destacarán aquellas casas con estancias propias o espacios polivalentes donde poder trabajar en remoto como, por ejemplo, salones con forma de ‘L’. La luminosidad de las viviendas así como la eficiencia energética pasan a ser puntos clave ya que pasaremos más tiempo en casa y buscaremos un mayor confort, pero sin que incremente el gasto», añade Sánchez.
Crecimientos del 15%
Según fuentes del mercado de los portales inmobiliarios, las búsquedas de viviendas a las afueras de ciudades crecieron un 15% por el ‘efecto covid’. Las búsquedas con el filtro «piscina, terraza o jardín» subieron hasta un 40% durante el confinamiento respecto a años anteriores. Desde Idealista señalan igualmente que se trata de un fenómeno que se ha suavizado tras el fin del confinamiento.
«A nivel general podemos decir que la promoción de viviendas para el teletrabajo es una tendencia en fase inicial o experimental, embrionaria, pero razonable, porque creo que el teletrabajo ha venido para quedarse«, afirma Carlos Zamora, director de Residencial de la consultora de inversiones inmobiliarias Knight Frank.
«Esa tendencia en vivienda se refleja tanto en la reserva de espacios para un despacho donde puedas tener intimidad para teletrabajar con iluminación, dotación de wifi y enchufes para todos los posibles dispositivos electrónicos, como en el desarrollo de promociones con zonas comunes entre viviendas de lo que hasta ahora se denominaba coworking«, añade Zamora.
Fuentes de mercado insisten igualmente en que es pronto para trazar tendencias alrededor de la compraventa de vivienda en general, ya que hasta ahora ha predominado el ‘wait and see’
Fuentes de mercado insisten igualmente en que es pronto para trazar tendencias alrededor de la compraventa de vivienda en general ya que hasta ahora ha predominado el wait and see, esto es, la espera a una situación mejor: la compraventa de vivienda cayó más de un 70% en abril y más de un 50% en mayo.
De acuerdo al Banco de España, en cualquier caso, el porcentaje de españoles que teletrabajan podría pasar del 7% al 30% permanente a raíz del coronavirus. Atendiendo a los registros de Fotocasa, la población que teletrabaja ya representa el 26%.
«La tecnología para poder realizar las tareas es lo más valorado», resumen desde Fotocasa tras un estudio entre sus usuarios. «Concretamente, la disponibilidad de banda ancha (59%) y el equipamiento informático (57%). Es lógico que así sea: sin estos elementos el teletrabajo, en la era digital, es prácticamente imposible. Por eso estas dos variables son también (junto a la luz natural) las que mejor tienen cubiertas este colectivo de personas que desempeña sus funciones desde su hogar».
«El 26% de los que teletrabajan viven de alquiler y un 74% viven en una casa de la que son dueños. En líneas generales, cuando la vivienda es de propiedad está más acondicionada para teletrabajar que cuando se vive de alquiler. En concreto, el 57% de los teletrabajadores que viven en propiedad, frente al 34% de los inquilinos, disponen de una estancia o un despacho separado del resto de la casa para trabajar«.